¿Tienes monedas antiguas de 500 pesetas? Esto es lo que te pagan los coleccionistas por ellas, no pierdas detalle
La moneda 500 pesetas (Juan Carlos I y Sofia) de los años 1987-1990 pertenece al catálogo oficial de las monedas de España. Las principales características numismáticas de la moneda de 500 pesetas se basan en las medidas oficiales de: ceca, el año de la acuñación de la moneda de 500 pesetas, el propio diámetro, la tirada, el peso de la moneda, el material de fabricación y el tipo de canto que le confiere unas características concretas.
Puedes encontrar toda la información referente a esta moneda en las principales colecciones de los usuarios de foronum.com y saber gracias a su web el valor numismático que tiene la moneda de 500 pesetas u otras similares. Su precio puede oscilar entre: 3,50€ – 20,41 €
¿Por qué coleccionar monedas?
¿Por qué coleccionar monedas? ¿Por qué coleccionas monedas? ¿Por qué si las monedas antiguas no pueden comprar nada más? ¿Qué tiene de interesante un trozo de hierro? ¿Eso vale algo?
A todas estas preguntas y muchas más, hay buenas y plausibles respuestas.
Los que, además de coleccionar, estudiamos monedas, conocemos muchas respuestas, tantas que incluso serían demasiadas para presentarlas en un pequeño artículo.
Conocemos los motivos que llevaron a la acuñación y emisión de monedas, conocemos el país de donde provienen, conocemos el metal sobre el que fueron acuñadas, conocemos los motivos de los diferentes tamaños, colores, pesos y espesores.
El arte de coleccionar: cómo coleccionar y qué es un coleccionista
Descubra el fascinante arte de coleccionar, comprenda qué es coleccionar, cómo el coleccionismo puede ayudar en su vida y el futuro del coleccionismo en España.
Aprendemos, con el tiempo, las técnicas de fabricación y con eso tenemos la noción de que el tiempo ha pasado y el hombre evoluciona tecnológicamente.
Las horas invertidas en la clasificación nos recuerdan las historias que se pueden leer en las imágenes grabadas en ese pequeño trozo de metal; el momento en que se hizo, el lugar, el arte del grabador, pequeño y perfecto; la historia de la humanidad, el pasado, el presente y el futuro utópico.
Aprendemos sobre países que nacieron y ya no existen. La historia de los pueblos, las historias de amor y odio, de viajes, de aventuras, de descubrimientos. Historias de paz y guerra, de nacimientos y muertes, y si tenemos tiempo suficiente, podemos leer entre líneas, la historia completa del mundo, desde la creación del hombre.
Almuerzo en la mesa, la conversación sigue, llega la tarde, pasa la tarde y tú, numismático, esperas pacientemente.
Solo el verdadero numismático sabe lo que le sucede en tal situación. La posibilidad de una moneda rara, una nueva variante, esa pieza que faltaba para completar la serie.
¿Por qué coleccionamos monedas? Lo más probable es que las respuestas de dos coleccionistas a las preguntas de un profano en numismática sean completamente diferentes.
Algunos recogen solo para acumular la mayor cantidad posible de «moneditas» y, preferentemente, que rindan algo en el momento de la reventa; otros, más cuidadosos, prefieren la calidad, seleccionan las mejores piezas y las estudian tanto morfológica como sintácticamente.
Estos últimos, creo, saben mejor que nadie por qué coleccionamos. Sentimos el placer -casi carnal- de haber completado una serie después de meses de búsqueda de una pieza en particular.
Tenemos el placer de estudiar las monedas de nuestra colección, disponiéndolas en sus casilleros. Nos complace manejarlos, incluso después de un duro día de trabajo. Y es muy agradable para nosotros cuando iniciamos a otra persona en la formación de una colección.
Y, cuál es el gusto de uno de nosotros cuando, visitando a un familiar, del campo o de la capital, y éste nos dice que tiene una bolsa, una olla, una caja, un cajón con un montón de monedas antiguas…